En la época neo-liberal de los años 80, irrumpieron en Bolivia radioemisoras FM con fines únicamente comerciales o musicales, lo que debilitó aquella función social y cultural que había caracterizado a buena parte de la radiodifusión boliviana (recordemos, por ejemplo, las legendarias radios mineras).
Quedaba también debilitado el ideal por una radiodifusión participativa, «alternativa» y siempre atenta a las necesidades de los sectores sociales más empobrecidos y también a la protección de idiomas nativos y de otras expresiones artístico-culturales del país.
Es en ese contexto en que nació la idea de crear una radioemisora que, sin ir a contrapelo de las tendencias de la época, pudiese hacer el esfuerzo de incorporar ingredientes propios de la cultura boliviana. Una radio pensada para servir a la comunidad específica.
Fue algo así como dar salida a un ideal, a la ilusión de que un medio de comunicación puede cumplir una labor democrática, de servicio y de resguardo de la identidad nacional.

Por adminrkp

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